“Empecé a perder la visión cuando tenía alrededor de 10 años y cuando cumplí 14, ya no veía. Mi familia trató varias soluciones hasta que un doctor les dijo que: ¡el mejor ´remedio´ era la educación! Entonces nos enfocamos en cambiar hacia la integración en la vida diaria. Traté de asistir a una escuela de educación general cerca de casa, pero como mi visión desmejoraba, no podía ver la pizarra. El doctor me recomendó asistir al Instituto Nacional para Ciegos y continuar con mi educación. Después de la primaria, fui a una escuela secundaria en donde encontré más barreras. Como tengo parientes en Estados Unidos, mi familia pensó en enviarme allí para tener mejores oportunidades educativas. La educación secundaria la realicé a través de un programa abierto con exámenes cada seis meses e inicié el estudio de música, pero me di cuenta que estaba perdiendo mi audición. Fue difícil para mí. Sin embargo, fui a la Asociación de Personas Sordociegas.”
“En 2009 se ratificó la CDPD en Colombia. El Consejo Nacional de la Discapacidad inició la contribución de su implementación. El artículo 24 refiere la sordoceguera y el ofrecimiento de una educación inclusiva y de calidad para todos. Cuando yo era joven, era muy difícil crecer en Colombia. En este momento hay más leyes y regulaciones que promueven la educación inclusiva. La sordoceguera está reconocida como discapacidad específica. Cerca de 350 escuelas tienen un modelo de educación inclusiva. Tenemos unas guías para motivar la inclusión de los niños sordociegos en la asistencia a educación general y que sean parte de las clases regulares. Sin embargo, hay más por hacer. El sistema educativo aún no ofrece una educación de alta calidad e inclusiva para todos. Muchas escuelas aún no son accesibles, no tienen un currículo adaptado, los profesores no reciben entrenamiento para apoyar a las personas con sordoceguera y faltan guías intérpretes.”
“Quienes toman las decisiones realmente no entienden lo que necesitan y quieren las personas con sordoceguera, y no comprometen recursos en apoyarlas. Está el Consejo Nacional de Personas con Discapacidad y el grupo de enlace a través del cual, nosotros los líderes sordociegos, trabajamos para indicar a los gobernantes lo que se requiere para implementar la ley.”
“Nadie debe sufrir lo que yo sufrí. Todos deben tener acceso a la educación inclusiva y como líderes sordociegos debemos seguir trabajando para que el derecho a la educación es nuestros países sea una realidad. Ello, dado que la educación es la llave hacia la independencia y para luchar por otros derechos. La CDPD debe implementarse, lo que significa adaptar las currículas escolares, hacer las escuelas accesibles, incrementar el entrenamiento de profesores en el trabajo con personas con sordoceguera e aumentar el acceso a los guías intérpretes.”