Abogando por la inclusión: superando la discriminación contra las personas con sordoceguera

Las personas con sordoceguera suelen quedar excluidas de los servicios, el apoyo y la vida social debido a su discapacidad. El artículo 2 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD) define la discriminación por motivos de discapacidad como "cualquier distinción, exclusión o restricción por motivos de discapacidad que tenga por objeto o efecto menoscabar o anular el reconocimiento, goce o el ejercicio, en igualdad de condiciones con los demás, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales en el ámbito político, económico, social, cultural, civil o en cualquier otro ámbito”. Por tanto, la exclusión de las personas con sordoceguera se debe en gran medida a la discriminación y el estigma perpetuados por los estereotipos, percepciones erróneas y suposiciones sobre las personas con discapacidad que a menudo se derivan de una falta de comprensión. Una percepción errónea común es que las personas con sordoceguera no pueden ser ayudadas, apoyadas o contactadas porque no entenderán la situación o porque existe una presunción de incapacidad, ideas erróneas que sólo conducen a una mayor exclusión y marginación.

A pesar de marcos legales como la CDPD, las personas con sordoceguera encuentran barreras en su vida diaria. Recientemente, Zamir Dhale, representante regional de la WFDB para Asia, compartió un incidente angustioso que ilustra la discriminación que enfrentan las personas con sordoceguera en todo el mundo. Puede leer la historia de Zamir en inglés aquí.

Durante un viaje desde el distrito de Kudachi en Karnataka a Pune (India), Zamir y su colega sufrieron discriminación en el transporte público. A pesar de sus intentos de comunicar sus necesidades, el conductor del autobús se negó a permitir que Zamir bajara en la parada prevista, citando regulaciones gubernamentales. . Esta negativa, sumada a un comportamiento irrespetuoso, dejó a Zamir varado y vulnerable al borde de la carretera.

La experiencia de Zamir sirve como un claro recordatorio de los desafíos que enfrentan las personas con sordoceguera para navegar en espacios públicos y acceder a servicios esenciales. Su historia destaca las realidades y la discriminación que enfrentan las personas con sordoceguera. Su historia subraya la urgente necesidad de crear conciencia y abogar por la igualdad de derechos y el respeto de las personas con discapacidad.

Al resaltar la necesidad urgente de una mayor conciencia y sensibilidad entre los proveedores de transporte, así como entre el público en general, la terrible experiencia de Zamir en el transporte público expone la necesidad apremiante de medidas proactivas para abordar las prácticas discriminatorias. Para abordar tales injusticias, es imperativo defender los derechos de las personas con sordoceguera y promover la concientización entre el público en general y los proveedores de servicios por igual. Las iniciativas destinadas a sensibilizar al personal de transporte e implementar políticas inclusivas pueden mejorar significativamente las experiencias de las personas con sordoceguera en los espacios públicos.

En conclusión, como defensores de la inclusión y la igualdad, debemos solidarizarnos con personas como Zamir y tomar medidas proactivas para desafiar las actitudes y prácticas discriminatorias. Al fomentar una cultura de comprensión y empatía, podemos crear una sociedad donde cada individuo, independientemente de sus capacidades, sea tratado con dignidad y respeto, alineándose con los marcos de derechos humanos.